ECONOMÍA

Su economía se basa en la agricultura tradicional y de subsistencia y en la ganadería extensiva. Los cultivos que más sobresalen son: café, cacao, caña panelera, arveja, maíz, yuca y plátano. La piscicultura se ha impulsado y se encuentra en plena producción.

GANADERÍA
En ella se destaca la cría de vacunos de raza cebú y romosinuano, reglón este que permite el sustento a nivel urbano como rural; porcino de cría tradicional; a menor escala el ganado caprino para consumo interno local; asnal y caballar, para uso laboral doméstico y eventual comercialización informal. Los últimos 5 años la Avicultura y Piscicultura han cobrado un renglón importante en la Economía de sustento familiar y Municipal. Fotografía No. 03: Ejemplar Vacuno De la Región. La producción de bovinos se realiza con doble propósito, es decir el aprovechamiento de la carne y la leche, de forma paralela, esta última en la elaboración de subproductos como bizcochos, yogures, arequipes y quesos, entre otros. De acuerdo con el censo pecuario Municipal, existen en esta población 45.530 hectáreas de pradera tradicional, sobre las cuales habitan al alrededor de 13.550 cabezas de ganado, de las cuales 44,28% son hembras productoras que arrojan cerca de 6.825 litros de leche diarios y el 55.72% restante son machos.
 PISCICULTURA
La piscicultura es desarrollada aún artesanalmente, es decir con una mínima presencia tecnológica, registra una producción promedio de 27.800 kilogramos de mojarra roja y 1.900 kilogramos de carpa al año los cuales se obtienen a través de la explotación de 32.500 metros cuadrados de espejo de agua, cifras que favorecen la comercialización en municipios cercanos como: Baraya, Neiva y Melgar en el Tolima. SILVICULTURA El mantenimiento y cultivo de bosques y montes, es otra actividad importante para el sistema económico se la localidad. En el municipio existen 55.000 hectáreas de bosque primario; 41.000 hectáreas de bosque secundario y 4 hectáreas de bosque plantado por programas de reforestación. La actividad maderera se mantiene como una de las representativas fuentes de ingreso para algunos campesinos y de paso, en unos de los factores que más intervienen en el deterioro del bosque nativo y consigo la destrucción general de los ecosistemas.
 Se puede decir que el sistema de explotación maderera es antieconómico, pues genera considerables pérdidas de material y, de paso está arrasando con los bosques, desencadenando procesos erosivos, agotando las fuentes hídricas y en general, ocasionando irreversibles daños a los ecosistemas regionales. COMERCIO En la zona urbana del municipio se presenta una actividad económica del sector terciario, representada en establecimientos comerciales y de prestación de servicios que hacienden a un total de 106, distribuidos así: 38 Tiendas 4 Discotecas 2 Ferreterías 4 Peluquerías 3 Billares 5 Heladerías 2 Bares 8 Almacenes 3 Farmacias 2 Lecherías 3 Zapaterías 5 Restaurantes 1 Asadero 4 Talleres De Mecánicas 3 Ebanistería 6 Panaderías 1 Cacharrería 1 Miscelánea 5 Expendedores De Carnes 5 Expendedores De Abastos En La Galería 1 Fábrica De Arepas. Según la estadística presentada la relación de establecimientos es bastante alta con respecto al contexto local; esta situación hace que la actividad mercantil sea minoritaria y evidencie un claro desequilibrio entre lo que se oferta y lo que las necesidades de los dobles colombianos demandan, eso si, acordes a las posibilidades de cada bolsillo.
INDUSTRIA–AGROINDUSTRIA
 Con un mínimo, casi nulo, grado de tecnificación y una producción a baja escala, las actividades industriales y agroindustriales no tienen mayor representatividad en la economía de esta localidad. Esto se debe entre otros aspectos, a la ausencia de las condiciones y los estímulos necesarios para el avance de este reglón productivo. No obstante, aún luchan por mantenerse las pocas microempresas que han logrado ser constituidas.
En la zona rural se destacan la fabrica de lácteos en la inspección de San Marcos que dirige la señora Luz Marina Díaz Rodríguez, las fabricas artesanales de panela en las veredas Monguí, Santa Ana y Nazareth, cuyos propietarios son un grupo de personas constituidas como comunidad religiosa “Los Nazarenos”; la producción de café especial que se viene adelantando desde hace dos años en las veredas de las Lajas, el Diamante, el Dorado y Armenia en la actualidad se proyecta el mismo programa para las veredas de Antillas, Potrero Grande y Boquerón, bajo la asesoría del Comité de Cafeteros y la oficina de Planeación Municipal. A nivel de la zona urbana desde hace 47 años existe la fabrica de ladrillos “El Chircal” microempresa de patrimonio familiar y de propiedad de Benjamín Lozano.
 El producto realizado en esta fábrica no hace más de cinco años fue catalogado como el de mejor calidad del norte del departamento del Huila; su producción abastece básicamente la necesidad de las gentes de la localidad, pero prioritariamente para las obras de infraestructura que ejecuta la administración municipal y departamental en la región. Otra fábrica para destacar es la de ataúdes, sin razón social y de propiedad del señor Gabriel Rodríguez García, único propietario desde hace más de 60 años. Abastece con su producto a las personas que no cuentan con un servicio de seguridad funerario, o en ocasiones los vende a la administración municipal cuando éste por apoyo solidario a las personas de escasos recursos, al ancianato, a indigentes, los requiere. Existen además cinco fábricas de muebles en madera ninguna de ellas con razón social, cuyos propietarios son los señores: Milton Cardozo, Fermín Hernández, Donaldo Quimbaya y Pedro Tovar. En ellas, su producción gira en torno a los compromisos por encargo de las personas del mismo municipio, de la capital del departamento y de la misma capital de la república.
CONSTRUCCIÓN
Colombia no es un municipio abanderado en este aspecto de la economía, aunque es notorio el crecimiento y mejora de la infraestructura estatal y privada en las zona urbana y rural, se ha optado por utilizar en ellas obra de mano calificada traída desde otras partes del departamento. No obstante entre sus habitantes han surgido profesionales en este ámbito, pero que por razones personales, familiares, de domicilio, de mejores oportunidades y de tratamiento político de turno, no han permitido poner de manifiesto sus capacidades.
Quienes han tenido la oportunidad de hacerlo como el ingeniero civil William Augusto Corredor González, en proyectos como la cementación de calles y mejoramiento de viviendas después de la toma guerrillera en el año 2000; el proyecto de remodelación del parque central de la zona urbana, los programas de vivienda rural y la urbanización brisas del Ambicá, direccionadas por el ingeniero civil Jorge Augusto Godoy Herrera, así lo demuestran.

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